Nosotros no tenemos días grises ni de color,
porque los días son nuestros y no de un adjetivo.
No somos de rosas ni espinas
como en las canciones de Fito.
Y si tuviese que buscarte en mitad del Sahara,
daría contigo una y otra vez.
Porque todos los trenes son iguales,
pero no todos llegan de la misma forma.
Y que si esto es un error...
Me encanta equivocarme contigo.
Gin.
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