viernes, 16 de octubre de 2015

IDIOTA.

Un día me dijeron que el mundo estaba lleno de idiotas. Que solo había que 
encontrar al idiota que te hiciera feliz. Aquel que pudiese [o no] compartir 
tus aficiones y tus gustos, complementándose contigo y haciéndote sentir
especial. 
Haciéndote sentir parte de su vida.

Me dijeron que lo habitual es encontrarse con un idiota en cada esquina, y
que lo lógico es darse de bruces con ellos. Y es que ése es el juego de la vida,

[y el destino]. A veces complicado, a veces caprichoso [a veces simple]. 

Un día me dijeron que mi idiota estaba ahí [por ahí]. Y que quizás, justo
ahora, estaría con otra sin saber de mi existencia [ni yo de la suya].


Me dijeron que cuando aparece, se sabe. Y que cuando lo tienes delante, lo 
sientes. Sientes que es él. El idiota de tu vida.


Gin.

lunes, 12 de octubre de 2015

A MEDIAS.

Tú y yo debíamos escribir una historia a medias. Nuestra historia a medias. 
Pero nuestro amor duró lo que duran dieciséis estaciones, y lo que hicimos
fue dejarlo todo a medias tintas.


Nos quisimos como nadie, aunque nadie entendía como nos queríamos [tal
vez ni nosotros mismos]. Y aunque a veces le hacíamos publicidad a Trident
[porque otra cosa no, pero cuando reíamos, reíamos de verdad, [con ganas]],
ahora me siento como Montescos y Capuletos intentando rescatar nuestro
amor de lo perdido. 


Y es que quizás no nos tocaba ser un nosotros. Quizás nos tocaba ser un tú 
y un yo en singular y simplemente nos equivocamos. 

Quién sabe.


Gin.

sábado, 19 de septiembre de 2015

SEPTIEMBRE.

Y a pesar de todo, no sé qué momento, qué lugar, que mirada o que palabras 
fueron las que lo empezaron todo. Lo que sí sé decirte, es que para cuando me
quise dar cuenta ya era demasiado tarde.


No era el más guapo, ni el más simpático. Ni si quiera bailaba bien.
Pero me gustaba.
El plan era sencillo. Quedábamos, él me sonreía y yo le devolvía la sonrisa [...].
Pero nunca le hablaba de mí para que no se enganchara del todo [o para no
engancharme yo], porque teníamos fecha de caducidad y se llamaba septiembre.

Así que llegó para irse 
[pero nunca se acabó de marchar].




Gin.

sábado, 12 de septiembre de 2015

CONTIGO.

Nosotros no tenemos días grises ni de color,
porque los días son nuestros y no de un adjetivo.
No somos de rosas ni espinas
como en las canciones de Fito.
Y si tuviese que buscarte en mitad del Sahara,
daría contigo una y otra vez.

Porque todos los trenes son iguales,
pero no todos llegan de la misma forma.


Y que si esto es un error...
Me encanta equivocarme contigo.





Gin.